martes, 24 de noviembre de 2015

Por el amor que me habita

             V

Ribera amante del río,
protectora del sol y tempestades.
Frondosa en arboleda y aromada
de exquisitas flores.
Cuostodiada por cantares
de pájaros audaces.
Me transportas por tu cauce
sonoro, seguro, interminable.
Yo soy la ribera.
Tú eres el río.
Noche larga de lluvia,
acunas mi sueño débil.
Lluvia fuerte de a ratos,
suave e intermitentes otros.
Paz me traes con tu voz
de truenos y relámpagos.
Yo soy el sueño.
Tú eres la lluvia.
Luna y lucero juntos,
en el primer anuncio nocturno
ascienden como serenos
para iluminar la noche.
Luna fina, delgada, dibujada
en  un cielo frágil aún de estrellas.
Lucero fiel que acompañas
cada noche con tu estampa.
Yo soy la luna.
Tú eres el lucero.
Atardecer de luces,
entre la silueta fuerte del monte,
te llevas aferrado el sol
a las nubes del horizonte.
Instante mágico, inolvidable,
grabado en mis retinas.
Yo soy el sol.
Tú eres el horizonte.

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