Como cada otoño...vuelvo a las hojas de papel, en blanco. Y en este otoño, el de mi vida, ya no está tu patio para salir a ver tus plantas, tu árbol de mandarinas, escuchar tu voz contando alguna anécdota...y siento que el papel percibe la fragilidad de mis palabras, advierte tu ausencia y mi nostalgia.
A un año en este otoño, de tu partida, vuelvo a escribir porque el silencio es enorme y el vacío de ti en todo me embarga hasta quedar muda de las palabras. Este año que pasó hasta mi camino ha cambiado, no llego más por tu calle. Aunque inconscientemente más de una vez me veo conduciendo hasta tu casa; de golpe me doy cuenta y vuelvo a tomar otro camino. Este hueco de palabras en mí es por no tenerte para leerte, para que me leas, para dejarte un libro, mientras me acercas un mate. Es mi primer otoño sin vos...
Viendo caer las hojas este año pensé mucho cómo me gustaba ir caminando hasta tu casa; pisar los montones que hacían las señoras hacendosas...A mí me gusta ver las hojas desparramadas y que el viento las revuelque. A vos te gustaba barrerlas y juntarlas prolijas para que se las llevara el camión.
Este otoño no probé mandarinas. Me gustaban las tuyas porque salíamos al patio juntas y las elegíamos del árbol...vos te comías una tras otra; decías que así te preparabas para estar fuerte en el invierno y no resfriarte. Yo empecé este otoño con gripe...sin haber comido tus mandarinas.
Este otoño fue mi cumpleaños como siempre, pero no tuve tu pasta frola. No te tuve a vos conmigo. Tenías que irte hacer la pasta frola por el cielo, a muchos les gustaba tu mano en la cocina. Yo debí aprender más de vos y guardar en la memoria tus recetas.
En abril, en mi memoria más profunda recordaba el aroma en tu cocina de la jalea de membrillo. Necesité hacer esa jalea porque fue tenerte conmigo un ratito. Usé tu paila y cuchara de madera. El olor a membrillo en mi cocina me regaló una sonrisa escondida al sentirte cerca.
No vi ningún ovillo de lana este otoño...como cuando comenzabas una prenda para estar entretenida. Ni agujas de tejer ni revistas de modelos de tejidos...estarás haciendo un ajuar allá en el cielo???
Cada hoja amarilla, ocre, de todos los colores del otoño te trae a mi...porque el otoño me dio una madre y también se la llevó a pintar hojas por el cielo.¡¡¡
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