Esta piedra me transportó a otra época.
Pudo recorrer mi cuerpo su energía.
Traspasó mi piel.
A través de sus signos
imaginé sus rostros,
escuché sus voces.
Mi alma viajó por otras galaxias.
Vibré,
como si los estuviera viendo a ellos,
a mis ancestros.
Ellos verán en mi el asombro?
Sus esencias quedaron sembradas
en cada una de estas huellas.
El silencio es su testigo
El aire sigiloso su guardián
El cielo enorme azul
la bóveda que los resguarda
El tiempo aquí no es dueño.
El ayer, el hoy y el mañana
se conjugan simplemente
en el ahora de la montaña
Las huellas son su herencia
Mis ojos simplemente
una circunstancia.
Monica YolandaGordillo