lunes, 31 de enero de 2011

POR EL AMOR QUE ME HABITA

I

Te transito desde el valle
me vigilas desde la altura.
Te recorro lentamente
mientras busco alcanzarte.

Todo el camino me hablas
me siguen en vuelo tus pájaros.
Hasta tus piedras confiesan
historias de mi propio pasado.

Camino cercado de cerros
tus picos mas altos nevados.
Pastura verde para el ganado
secos quedaron los cardos.

Me acompañas sigilosa
cordillera hermosa.
Tu estampa en el oeste
le da su esencia a Mendoza.
                                                  Mónica Gordillo
  II

              Hasta donde llegan mis ojos                    
                           allá lejos en la cima,                                    
                       o acá sobre el camino                               
                   a orillitas de la barranca,                             
               toda mi piel se estremece                           
              ante la bravura imponente                          
          del majestuoso cordón del Plata.                 
                                                                                        
Picos nevados,
valle fértil,
mesetas de años,
Mendoza tiene un camino
para recorrerlo despacio.


A cada punto cardinal
una imagen elocuente,
se eleva al cielo celeste
la silueta del Tupungato
y mirando desde arriba
                 disfrutas del espectáculo.                

Aire tibio aún de verano,
vuelo ágil de los chimangos,
aroma seco de marzo,
Mendoza tiene un camino
para ascenderlo contigo.

Paz para el alma,
alivio en el espíritu,
alas tiene mi cuerpo,
mi corazón estalla.
 ¿la dicha tiene nombre?
Yo en las alturas
lo escribo con las nubes.

Monica Yolanda Gordillo 

Cómo no saber de vendimia¡


Cómo no saber de vendimia¡
si por mis venas hay pasado de viñas y de arado,
si por mi mente transitan los recuerdos
con perfume de uvas blancas, negras y rosadas.
Cómo no saber de vendimia¡
Si me atrapa el paso de mi abuelo
por los surcos de la tierra amada,
y más que surcos, eran caminos de esperanzas¡
Cómo no saber de vendimia¡
Si cuando levantaba el alba,
el nono con su caballo
salía a conversar con las parras,
a acariciar los sarmientos
y a mirar el cielo,
como en una plegaria silenciosa,
a pedir por esos frutos anhelados …
que fueran una bendición¡
Cómo no saber de vendimia¡
Si soy hija de esta tierra,
si mis padres nacieron
entre montañas y vides,
entre el paisaje verde de los álamos,
el solcito de la siesta
y la canción de las acequias.
Cómo no saber de vendimia¡
Si mis primeros juegos
fueron en la misma tierra
trabajada por ellos,
por el abuelo y mis padres.
Cómo no saber de vendimia¡
Si es la tierra del sol,
si es la tierra que de sol a sol,
es mimada para que año tras año
nazcan nuevos frutos,
como los hijos nuevos.
Cómo no saber de vendimia¡
Si todavía resuenan en mis oídos
las canciones y las charlas
que habían entre las hileras,
mientras las manos rápidas,
pero suaves, iban recogiendo
los racimos de colores.
Cómo no saber de vendimia¡
Si así sé cómo es mi vida. 

                            Monica Yolanda Gordillo

¡Justo ahí esta mañana¡


Justo ahí esta mañana

en el horizonte asomaba.

Por entre los álamos

se escabullía,

jugando a las escondidas.

Quitándose la niebla tímida

 y con los brazos abiertos

a los gorriones despertaba.

Sacudía su pereza

envuelto de nubes claras.

Su ascenso silencioso

transformaba el cielo en oro.

Los pájaros lo saludaban,

con el fervor de sus gargantas.

Justo ahí esta mañana,

me encontré al sol de frente,

por qué no iba yo a detenerme?

                                                 Monica Yolanda Gordillo